Vías de transmisión de la enfermedad (COVID-19) por Coronavirus (SARS-CoV-2)

En una epidemia es clave conocer cuales son las vías de transmisión del agente infeccioso.
En relación con el COVID-19, la hipótesis más aceptada por la comunidad científica es que las siguientes dos vías de transmisión son dominantes:
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Vía de trasmisión aérea, a través de gotas grandes (gotas / partículas emitidas al estornudar, toser o hablar).
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Vía de trasmisión por contacto, a través del contacto de superficie (mano a mano, superficie a mano, etc…).
Por vía aérea hay un mecanismo comprobado (gotas grandes) y una hipótesis no evidenciada todavía (partículas pequeñas o microaerosoles):
- Transmisión de contacto cercano a través de gotas grandes (> 10 micras), que se liberan y caen a superficies a no más de aproximadamente 1-2 m de la persona infectada. Las gotas se forman al toser y estornudar (el estornudo forma muchas más partículas habitualmente). La mayoría de estas gotas grandes caen sobre superficies y objetos cercanos, como escritorios y mesas. Las personas pueden contraer la infección al tocar esas superficies u objetos contaminados; y luego tocarse los ojos, la nariz o la boca. Si las personas se encuentran a una distancia de 1 a 2 metros de una persona infectada, pueden infectarse directamente al inhalar las gotas estornudadas, tosidas o exhaladas por ellas.
- Transmisión en el aire a través de partículas pequeñas (<5 micras), que pueden permanecer en el aire durante horas y pueden transportarse a largas distancias. También se generan al toser, estornudar o hablar. Se forman pequeñas partículas (núcleos o residuos de gotas) a partir de gotas que se evaporan (generalmente en milisegundos) y se desecan. El tamaño de una partícula de coronavirus es de 80-160 nanometros (1000 nanómetros = 1 micra) y permanece activa en condiciones interiores comunes hasta 3 horas en el aire y 2-3 días en superficies de la estancia (a menos que haya una limpieza específica). Estas pequeñas partículas de virus permanecen en el aire y pueden viajar largas distancias transportadas por los flujos de aire en las estancias o en los conductos de aire de extracción de los sistemas de ventilación. La transmisión aérea ha causado infecciones de SARS-CoV-1 en el pasado; actualmente no hay evidencia reportada aun específicamente para la infección por la enfermedad de Corona coronavirus (COVID-19) a través de esta ruta. Tampoco hay datos reportados o estudios para descartar la posibilidad de la ruta de partículas en el aire. Una puntualización sobre este tema: el virus Corona SARS-CoV-2 se ha aislado en torundas tomadas de los conductos de extracción en habitaciones ocupadas por pacientes infectados. Este mecanismo implica que mantener una distancia de 1-2 m de las personas infectadas podría no ser suficiente y aumentar la ventilación podría ser una herramienta útil debido a la eliminación de más partículas.
Con el SARS-CoV-2, la ruta aérea (infección por exposición a partículas de núcleos de gotas) no se ha demostrado, pero puede existir cuando se cumplen ciertas condiciones según la Comisión Nacional de Salud de China (resultado no publicado).
Conclusión en relación con la ruta de transmisión aérea:
En esta fecha, necesitamos todos los esfuerzos para gestionar esta pandemia desde todos los frentes. Por lo tanto, REHVA propone, especialmente en áreas de ‘puntos calientes’, usar el principio ALARA (As Low As Reasonably Achievable – tan bajo como sea razonablemente posible) y tomar un conjunto de medidas que ayuden a controlar también la ruta aérea por partículas pequeñas en los edificios (aparte de las medidas de higiene estándar recomendadas por la OMS, consulte el documento, referenciado abajo, ‘Cómo preparar los lugares de trabajo para COVID-19’).
- Una tercera ruta de transmisión que está llamando más la atención de la comunidad científica es la ruta fecal-oral.
La ruta de transmisión fecal-oral para las infecciones por SARS-CoV-2 está implícitamente reconocida por la OMS, consulte su último informe técnico del 2 de marzo de 2020. En este documento proponen como medida de precaución, descargar los inodoros con la tapa cerrada. Además, sugieren evitar los desagües secos en los pisos y otros dispositivos sanitarios agregando regularmente agua (cada 3 semanas, dependiendo del clima) para que el cierre hidráulico de los sifones de agua funcione correctamente. Esto está en línea con una observación durante el brote de SARS 2003-2004: las conexiones abiertas con los sistemas de alcantarillado parecían ser una ruta de transmisión en un edificio de apartamentos en Hong Kong (Amoy Garden). Se sabe que al descargar el inodoro con la tapa abierta, éste desprende gotas con residuos de las tuberías. Y sabemos que se han detectado virus SARS-CoV-2 en muestras de heces (reportado en documentos científicos recientes y por las autoridades chinas). Además, un incidente comparable se informó recientemente en un complejo de apartamentos (Mei House). Por lo tanto, la conclusión es que las rutas de transmisión fecal-oral no pueden excluirse como ruta de transmisión.
Cómo preparar los lugares de trabajo para COVID-19_OMS_3-3-20